Hay libros modelados por
las manos del lector, a fuerza de una y otra lectura, de muchos repasos, sus
páginas adquieren la categoría cardinal de lo añejo. Desvencijado, con el lomo
almagrado y las hojas sueltas, pasa los días en mi biblioteca un libro que me vino
a la memoria cuando me encontraba de viaje en Berlín. Apareció como un Déjà vu en el momento que cruzaba
Alexanderplatz, la plaza que fue arrasada en la Segunda Guerra Mundial y erigida
de nuevo durante la República Democrática Alemana como el centro del Berlín Oriental.
Ahora es un gran espacio público donde la huella gris del urbanismo comunista está
matizada por un color estridente, propio de las capitales europeas del siglo
XXI. En las fachadas, en las ropas del gentío y en las bolsas que transportan resplandece
esa armonía disonante que impone la iconografía mercantilista...
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Texto y fotografías: Roberto Hoya. Copyright © 2014
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